viernes, 6 de marzo de 2015

palabras de doble sentido

El albur es un juego de palabras muy generalizado entre los hispanohablantes, aunque es muy característico de México. No se conoce una fecha exacta para su nacimiento, pero se cree que desde la época colonial era usado por los mineros del área de Pachuca en el hoy estado de Hidalgo, pero a finales del siglo XIX se empezó a oír en forma generalizada en la región central de México, sobre todo entre la población de escasos recursos, quienes desarrollaron ciertas reglas informales, de las cuales la más básica es evitar que el contrario pueda contestar lo que se le dijo.
Durante años su uso se atribuyó sobre todo a personas de escasa educación, por lo que se le relacionaba con groserías y majaderías, pero por su complejidad ha atraído a no pocas personas de gran nivel cultural, las cuales buscan e incluso elaboran un albur más sutil y difícil, ya que las expresiones deben evitar toda connotación grosera.



Un juego de palabras o frases que tengan doble sentido, y que los componentes de esa frase o palabras tengan una doble intención o tono sexual se conoce como albur. 

El albur puede tener diversas formas de expresión, desde las palabras articuladas hasta gestos, ademanes, dibujos, escritos o cosas como el tono del silbido se consideran albur. 

Se dice que la persona que emite el albur es alburero y quien lo recibe es el albureado.

-Ingenio: 
Es una cualidad que puede tener cualquier persona, el arte de alburear radica en decir una cosa y hacer creer otra, o simplemente utilizar algún otro medio para alburear sin necesidad de hablar. Por ejemplo utilizar algo visual como salir a la calle vestido con una camisa que diga "youtube a tu hermana". Esto quiere decir que el sujeto en cuestión tuvo que ver íntimamente con la hermana de quien lea el mensaje.

El albur es un juego de palabras, no necesariamente tiene que ser vulgar o con palabras altisonantes, es simplemente hacer gala del ingenio y algunos otros factores. 

Cultivar el ingenio, es algo sencillo, basta con hacer unos pequeños intentos, con los albures mas conocidos, por ejemplo hay un nombre propio muy conocido: Rolando Mota del Monte. Eso suena a Albur, pero también puede ocurrir que en verdad existan personas con este nombre.


-Practicar: 
Tal parece que los mexicanos tienen el gen del albur en su ADN. Si se trata de alguna otra persona que hable español, no entendería lo que es un albur si algún mexicano "lo alburea". De primera instancia creerá que el mexicano esta diciendo una frase sin sentido. Ejemplos como este, se ven en programas en vivo, donde algún mexicano entrevista a un extranjero y rápidamente le aplica un albur. Es algo que es natural y no hay una academia del albur. 

Actualmente los medios masivos de comunicación, sobre todo la televisión de paga, permiten programas con un lenguaje florido y en ellos abunda el doble sentido, basta con ver esos programas y observar atentamente como alburean.

.-Sentido del humor: 
Es importante formar frases albureras con sentido del humor. Siempre hay que tener la mente abierta que se trata de divertirse, no de ofender a alguien. Para decir un albur, también es importante saber a quien. No es lo mismo decir albures entre amigos que llegar con una persona mayor y decirle un albur o con una persona que recién se conoce. Lo mejor es decirlo entre amigos o gente de mucha confianza.



El truco radica en hacer sus propios juegos de palabras, los nombres propios de los ejemplos anteriores, tienen un trasfondo sexual, pero no necesariamente debe ser asi. Puede iniciar por otros nombres o juegos de palabras. 


Con casi cualquier cosa se puede fabricar un albur. Para finalizar, algunas frases típicas y muy conocidas para alburear: 

No es lo mismo: 

-Huele a traste, que atrás te huele. 
-Ser de Tula, que ser tu-leño. 
-Los montes de Tapachula, que tápate los montes chula. 
-Emeterio, Zacarías, Saturnino y Guajardo, que Meterlo, Sacarlo, Sacudirlo y 
-La verdura, que verla dura. 
-Tu hermana en el jardín del Edén, que le den a tu hermana en el jardín. 
-La niña en el Canal de la Mancha, que la mancha en el canal de la niña. 
-Un metro de encaje negro, que un negro te encaje un metro. 
-Apalear un techo, que techar un palo. 
-Tener un hambre atroz, que tener un hombre atrás. 

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